El Perú produce aproximadamente seis mil toneladas de trucha al año, pero solo exporta alrededor de mil toneladas. El resto se comercializa en el mercado interno porque no alcanza los estándares de producción que exigen los mercados de destino en temas como calidad y costos competitivos.
Además, los productores de trucha de Junín y Puno, los más importantes del país, tienen dificultades para la comercialización de estas especies debido al poco contacto con compradores del extranjero y bajos rendimientos, entre otros obstáculos.
Así lo informó el presidente ejecutivo de Sierra Exportadora, Gastón Benza Pflucker, quien manifestó que para revertir esta situación implementan un programa de asistencia técnica especialmente diseñado para el caso en ambas regiones.
Hemos destacado, explicó, nueve ingenieros para que trabajen con los productores en las mismas zonas de producción, con el fin de elevar su productividad y mejorar su eficiencia.
“Con el trabajo directo con los acuicultores se está mejorando la producción de las truchas. La idea es que ellos puedan formar parte de la cadena exportadora y se creen nuevas empresas especializadas en este campo”, dijo Benza Pflucker.
Para elevar la competitividad en la producción de truchas es necesario implementar mejoras desde el inicio del proceso, que consiste en utilizar los huevos de truchas adecuados. “Deben ser sumergidos en forma correcta y asignarles una alimentación balanceada”, comentó.
En su totalidad, los huevos de trucha son importados de Estados Unidos y Canadá por su calidad y porque presentan mejores condiciones genéticas. Pero en nuestro país también se realizan trabajos para modificar esa condición.
Al respecto, comentó que en Puno se producen estos huevos en forma experimental con el apoyo del Instituto Tecnológico Pesquero (ITP). El objetivo es que alcancen altos índices de calidad, sean económicos y sobre todo generen un producto saludable.
Señaló que las ovas que se formen en el Perú deberían recibir un manejo genético adicional y presentar la misma calidad que las importadas y tener el mismo precio para que sean rentables. “Si su costo es elevado, no se podrá competir con el precio final de la trucha. Solo la ova representa el 1 por ciento del costo total, el otro 99 por ciento es el valor agregado, como la mano de obra, alimentos, manejo, entre otros”, aseveró.
Publication: Economic & Business Report - The Peruvian Brief
Provider: Economic & Business Report
Date: November 26, 2007
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